DRAE (22ª edición)
palabras
de presente.
El amor es presente, siempre.
La palabra es una expresión de la realidad que nombra, y al nombrarla la invoca; es decir: la crea. Por la palabra se hace firme un voto, y en el voto vive, en la autenticidad de la entrega. Un compromiso leal de amor como es el matrimonio necesita las palabras para "crearse"; es decir: se hace sustancial a través de las palabras que intercambian los contrayentes, y que confirman el amor como una realidad latente en una sola carne. ¿No es maravilloso nuestro idioma? Las palabras hacen el amor; las palabras mutuas que recitan los amantes maravillosamente inquietos por su necesidad de unirse, son llamadas "de presente". Una unión que S. Agustín resumió con magisterio, diciendo: "Unidad en lo esencial, libertad en lo no esencial, y amor en todas las cosas".