Si se lleva por fuera, duele. Si se lleva por dentro no se siente. Pudiera ser una adivinanza, y es lo que pasa con el corazón. Es cierto que los barcos están más seguros en el puerto, pero no los construyeron para éso. Deja que tu corazón suelte amarras y pierda de vista las orillas de las pequeñas certidumbres. Confíalo a la mar, al amar sin miedo. Habrá dolor, entre otras experiencias, habrá dolores, que pasarán si no anclas en ellos, pasarán. Habrá alegría, entre otras experiencias, habrá alegrías, y si en ellas no fondeas, volverán.
El miedo al dolor lleva nuestro corazón escorando hacia el sufrimiento.